Ya he escrito en otras ocasiones sobre la importante labor del CEO en las startup y en las empresas consolidadas. Pero ¿quién dirige nuestra vida? A veces entramos en una vía y simplemente nos dejamos ir. Otras veces actuamos en función de lo que dicen o piensan los demás.
Si es vital para la salud de una empresa el perfil del CEO, igualmente es fundamental saber quién dirige nuestra vida en el plano personal. Y nadie mejor que uno mismo para ocupar ese puesto de Director ejecutivo que ordena y manda lo que hay que hacer.
Ser el CEO de tu propia vida
Estamos a cargo de nuestra vida y de nuestra carrera profesional. Trabajamos para nosotros mismos; somos el presidente y el CEO de nuestra vida/compañía. Determinamos con nuestros pensamientos y acciones cuánto dinero haremos. Por ello, debemos planificar con cuidado nuestras actividades y el tiempo en el que lograremos nuestros objetivos.
Igual que el departamento de marketing vive pendiente del ROI, como directores de nuestra vida debemos tener en cuenta el RSE (retorno sobre la energía). Es decir, tratar de optimizar al máximo los recursos de los que disponemos y los esfuerzos que realizamos para lograr obtener el máximo rendimiento posible. Para ello es conveniente apalancar nuestra energía mental, emocional y física aplicando la la estrategia MOEPA:
Metas
que queremos alcanzar en los próximos 12 meses; por ejemplo, ganar una cierta cantidad de dinero.
Objetivos
o submetas, como el número total de posibles clientes que queremos visitar.
Estrategias
que aplicaremos para alcanzar nuestros objetivos; por ejemplo, llamadas directas.
Planes
en forma de listas de chequeo.
Actividades
que hacemos a diario para acercarnos más a los objetivos.
Recuerda las palabras de Steve Jobs en la Universidad de Stanford en 2005: «Tu tiempo es limitado, de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición»
Para ser el CEO de tu propia vida es necesario
1. Pasión por el trabajo
Si es posible, hay que trabajar en aquello que nos apasione. Si amas tu trabajo dirigirte resulta más fácil y atractivo.
2. Coraje ante la adversidad
Casi siempre nos mantenemos cerca de nuestra zona de confort. Pero para ser un buen CEO de tu vida hay que salir de ahí y estar preparado para enfrentar la adversidad constantemente.
3. Mantener un objetivo
Es sorprendente la cantidad de altos ejecutivos y líderes que empezaron desde cero. Les costó décadas llegar a la cima… pero nunca perdieron de vista su objetivo. Organiza tu vida con un objetivo claro. Y si lo tienes bien decidido, no lo cambies. Cambia de estrategia pero no de meta.
4. Disposición a vivir como un nómada
La mayoría de las personas dan por sentado que todos los días tendrán una vida ordenada y cómoda. Pero tú, si aspiras a ser el mejor CEO de tu vida puede que en más de una ocasión tengas que caminar sobre aguas turbulentas. Hacer cambios de rumbo y adaptar las velas a las nuevas condiciones climatológicas. No te acomodes en el mismo sitio nunca.
5. Capacidad de tomar decisiones astutas y arriesgadas
Todos los CEOs están abiertos a nuevos conocimientos. Leen, escuchan y hacen. Esto es lo que les permite ser tan buenos a la hora de resolver problemas. Haz con tu vida lo mismo. Tu mente es como un paraguas: solo funciona si está abierta.
Psicólogo. Coach Ejecutivo. Fundador y CEO de SoyDigital Network, empresa especializada Digital Business Solutions. Profesor MBA en la Universidad Europea de Canarias. Online desde 1996.
Todo lo que hago es porque creo sinceramente que puede aportar valor a la vida o los negocios de otros.
