Aprender a pensar para emprender y liderar

por | Mar 11, 2015 | Desarrollo personal, Destacados, Emprender, Liderazgo y Management, Psicología

En occidente nos caracterizamos por llevar al extremo la necesidad de actuar. Por eso se valora la capacidad de concentración de las personas. Si uno se concentra en algo probablemente su ejecución mejorará ¡y es verdad! Pero para realizar una acción de la mejor forma conviene antes haberla pensado y planificado a conciencia.

Por eso a todos nos conviene poder contar con un poco más de “espacio en blanco” que podamos aprovechar para pensar y planificar. Pensar es sano, no consume mucha energía y suele tener buenos resultados.

15 claves para aprender a pensar

Estos consejos fueron recopilados de algunos de los emprendedores más exitosos:

1. Simplemente decidirse a pensar le da una ventaja

La mayoría nunca se toman el tiempo para darse cuenta de que se puede usar el tiempo para pensar. El pensamiento lateral es muy productivo.

2. El desayuno podría ser la comida más importante del día

Un conocido se va a las 5:00 am al cafetín más cercano, y pasa un rato mirando al vacío. «La clave es no distraerse con el correo electrónico, mensajes de voz, o listas de tarea. Sólo sentarse y pensar«. Las iglesias son también un lugar muy bueno para pensar: el silencio reinante y de recogimiento ayuda a la introspección.

3. Primero lo primero

Algunos buscan tiempo antes del desayuno, incluso antes de leer las noticias o revisar el correo electrónico. No hacen nada antes de pasar un rato pensando en sus objetivos más importantes. Esto es lo que hacen los mejores antes de las 8 am.

4. Simplificar

Eliminar el estrés y las distracciones innecesarias que afectan su capacidad de pensar. Para ello, es fundamental ser organizado; por ejemplo, la noche anterior, preparar la agenda del día siguiente, con todo el material de apoyo necesario a mano.

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5. Hablar en voz alta

La ducha es un lugar adecuado donde hablar=pensar en voz alta. No se molesta a nadie y al estar solo/a puede permitirse esta extravagancia.

6. Restablecer el descanso por almuerzo

Como estamos ocupados, tendemos a trabajar mientras comemos, un bocadillo rápido o una ensalada en su escritorio. Pasar 30 minutos a mitad del día alejado del escritorio estimula las ideas, y curiosamente, almorzar solo aún más. Yo suelo pasear frente al mar, al lado de mi oficina.

7. Relajarse antes de descansar

Producir nuevas ideas en la ducha o mientras toma una siesta, parece funcionar. Pero funciona aún mejor si antes de hacerlo uno se relaja.

aprender a pensar

8. Rompa su rutina

La razón por la cual la ducha funciona es porque se trata de una tarea rutinaria, que la hace de memoria, y su mente queda libre para pensar. Sin embargo, algunos reportan que tienen más y diferentes ideas cuando hacen algo fuera de lo común, como ver una película en el medio del día o tomar un descanso en un momento inesperado.

9. Ejercicio

Muchas personas indican haber tenido sus mejores ideas mientras se ejercitaban. El tipo de ejercicio en sí no importa, pero correr y andar en bicicleta son las dos cosas que se mencionan con más frecuencia.

10. Planifique un descanso

Tómese por ejemplo una hora todos los días para ir al gimnasio y comer allí algo saludable. En ese rato, no revise sus e-mails ni sus mensajes.

11. Volar en primera clase

La gente solía utilizar el tiempo de viaje en el aire para pensar. Pero con aviones llenos y asientos más pequeños, esa opción se ha vuelto más difícil. Una opción: volar en primera clase siempre que pueda; es el equivalente a lo que era clase turista hace unos 30 años.

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12. Prográmelo

A mucha gente le funciona – apartan 15 minutos todos los días en la mitad de la jornada, marcado en su calendario como «Pensar«.

13. Apague el teléfono móvil

Tras un rato de pánico y dolor, llegará a apreciar el hecho de no ser interrumpido. ¡un verdadero lujo!

14. Silencio

En cualquiera de sus formas es visto como bueno. Cualquier oportunidad que tenga de bloquear el ruido, puede ser productiva.

15. Las viejas formas todavía funcionan

La idea de tomar algo de tiempo libre – un fin de semana largo, por ejemplo, en el que no haga otra cosa que contemplar lo que es importante, funciona.

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