10 cosas que los jefes extraordinarios dan a sus empleados

por | Nov 4, 2013 | Desarrollo personal, Liderazgo y Management

El éxito de una empresa depende en parte del tipo de jefe que esté al mando. Junto con una buena organización y un buen producto líder en el mercado los rasgos de personalidad que definen al jefe que está en la cúspide de la pirámide influyen de forma directa sobre el rendimiento y eficacia de los empleados. A los buenos jefes les importa que se realicen cosas importantes.

Sin embargo, a los jefes extraordinarios les importa su gente. Es por ello que los jefes extraordinarios le dan a cada uno de sus empleados 10 cosas que convertirán la experiencia del trabajo en un proyecto de vida por el que merece la pena luchar.

jefes y empleados

Las 10 cosas que dan los jefes extraordinarios 

JEFF HADEN (@jeff_haden) nos propone en su artículo publicado en la revista INC estas 10 Things Extraordinary Bosses Give Employees:

1. Autonomía e independencia

Las grandes organizaciones se construyen en base a procesos y procedimientos. Aun así, cada tarea no merece una mejor práctica o una aproximación micro-gestionada. El compromiso y la satisfacción se basan en gran medida en la autonomía e independencia. Me importa cuando algo es “mío”. Me importa cuando estoy a cargo de algo y cuando me siento con poder para hacer lo que es correcto. Además, la libertad genera innovación: cada cargo fuertemente orientado a los procesos tiene espacio para diferentes organizaciones. Cuando le sea posible, suminístreles a sus empleados la autonomía e independencia necesaria para que trabajen de la forma en que lo hacen mejor. Cuando usted hace eso, ellos casi siempre encontrarán formas para desempeñar sus labores mejor de lo que usted imagina.

2. Expectativas claras

Mientras cada empleado debería incluir algún grado de independencia, también necesita de expectativas básicas para poder manejar situaciones específicas. Criticar a un empleado por ofrecerle hoy un descuento a un cliente enfurecido, aunque ayer esto era una práctica común, le hace imposible el trabajo a ese empleado. Cuando un jefe excepcional cambia una regla o pauta, él/ella comunica esos cambios primero –y cuando eso no es posible, se toma el tiempo para explicar la razón de su decisión y lo que espera en el futuro.

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3. Objetivos significativos

Casi todo el mundo es competitivo; a menudo los mejores empleados son extremadamente competitivos– especialmente consigo mismos. Los objetivos significativos pueden crear un sentido de propósito y añadir un pequeño significado incluso a las tareas más repetitivas. Además, las metas son divertidas. Sin un objetivo significativo a seguir, el trabajo solo es trabajo. Y a nadie le gusta el trabajo.

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4. Un verdadero y sentido propósito

A todo el mundo le gusta formar parte de algo más grande. Todos aman sentir ese sentido de trabajo en equipo y esprit de corps que convierte a un grupo de individuos en un verdadero equipo. Las mejores misiones implican tener un impacto real sobre las vidas de los clientes a quienes servimos. Deje que los empleados sepan lo que usted desea lograr para su negocio, sus clientes, e incluso su comunidad. Y si puede, déjelos crear unas cuantas misiones propias. Sentir un propósito verdadero comienza con saber qué nos importa y, mucho más importante, por qué nos importa.

5. Oportunidades para proponer sugerencias o ideas

Los empleados comprometidos tienen ideas; quítele las oportunidades para que ellos hagan sugerencias, o de manera instantánea no tome en cuenta sus ideas sin tener consideración alguna, y de inmediato dejarán de comprometerse. Es por ello que los jefes excepcionales les facilitan a sus empleados que ofrezcan sus sugerencias. Ellos realizan preguntas inductivas. Hacen sondeos de manera gentil. Ayudan a los empleados a que se sientan cómodos proponiendo nuevas formas de hacer las cosas. Cuando una idea no es factible, ellos siempre se toman el tiempo de explicar la razón. Los grandes jefes saben que los empleados que realizan sugerencias les importan la empresa en que trabajan, así que garantíceles a esos empleados que sus aportes son valorados –y apreciados.

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6. Un verdadero sentido de conexión

Cada empleado trabaja por un salario (de lo contrario, harían trabajos de voluntariado), pero cada empleado desea trabajar más que por un salario: ellos desean trabajar con y para la gente que respetan y admiran –y con y para la gente que los respetan y los admiran a ellos. Es por ello que una palabra amable, una rápida conversación sobre la familia, una conversación informal para preguntar si alguno de los empleados necesita ayuda –esos momentos son mucho más importantes que las reuniones de grupo o las evaluaciones formales. Un verdadero sentido de conexión es personal. Por ello es que los jefes excepcionales demuestran su aprecio por la persona como tal, no sólo por el trabajador.

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7. Una consistencia confiable

A muchas personas no les importa que un jefe sea estricto, exigente y rápido en ofrecer un feedback (no siempre positivo), siempre y cuando él/ella trate a cada empleado de manera justa. Los jefes excepcionales conocen que la clave para demostrarle a sus empleados que son consistentes y justos es la comunicación: mientras más empleados entiendan porqué se tomó una decisión, es menos probable que ellos asuman un trato injusto o favoritismo.

8. Las críticas siempre en privado

Ningún empleado es perfecto. Cada uno de ellos necesita de un feedback constructivo. Los buenos jefes dan ese feedback. Los jefes extraordinarios dan ese feedback en privado.

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9. Elogios en público

Cada empleado –incluso uno que no sea muy bueno realizando sus labores– hace algo bien. Cada empleado merece ser elogiado y que se le aprecie. Es fácil reconocer a algunos de sus mejores empleados, porque se encuentran haciendo cosas asombrosas de manera consistente. (¿Quizás el reconocimiento consistente es la razón por la cual son sus mejores empleados? Esto es algo para reflexionar). Usted podría tener que trabajar duro para encontrar las razones para reconocer a un empleado que simplemente cumpla con lo básico, pero eso está bien: unas cuantas palabras de reconocimiento – especialmente de reconocimiento en público– pueden ser el empujón que necesita un empleado promedio para convertirse en uno excelente.

10. Una oportunidad para un futuro significativo

Cada empleado debería tener el potencial para que logre grandes cosas. Los jefes excepcionales se toman su tiempo para formar empleados para labores que ellos esperan desempeñar algún día, incluso si esas labores se llegaran a desempeñar en otra empresa. ¿Cómo saber lo que un empleado espera hacer algún día? Pregunte. A los empleados sólo les importará su empresa luego de que les demuestre que usted se preocupa por ellos primero. Una de las mejores formas es mostrarles que mientras usted ciertamente tiene esperanzas para el futuro de su empresa, usted además tiene esperanzas por el futuro de sus empleados.

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