- ¿A qué edad creó Ricardo Galli su primera empresa o empezó a trabajar?
Mi primera empresa fue de desarrollo de software, Argensoft, en Bariloche, Argentina. Tenía 24 años. Antes de eso, a los 16, construí con un amigo circuitos electrónicos para control de luces para disc-jokeys (hoy son diyeis) y discotecas. Hacíamos buen dinero, me pagaba los «lujos» de adolescente como discos, vaqueros Levi’s y zapatillas Pony o Nike.
- ¿Qué titulación o formación tenía entonces?
A los 16 años estudiaba en un instituto técnico de electricidad y mecánica. A los 24, desarrollaba mi proyecto final de carrera de ingeniería de informática.
- ¿Tenía dinero o tuvo que pedirlo (a familia, VC…)?
Para la primera empresa se lo pedí a la hermana de mi madre; se lo devolví cuando vendí mi participación al venir a España.
- ¿Qué era lo que más le motivaba en sus inicios? ¿y ahora?
Quería ser «importante», ahora quiero divertirme y ganarme la vida programando. Es lo que me apasiona.
- Qué es más importante ¿la idea? ¿o ser el primero?
Las ideas no valen nada, incluso en las más originales e importantes (teléfono, radio, ordenadores, televisión, ferrocarril…) siempre hubo más de una persona o grupo trabajando en lo mismo en diferentes partes del mundo. Lo que importa es la ejecución, que es lo más difícil (y la suerte, por supuesto).
- Qué es peor ¿el miedo al fracaso del emprendedor o la burla social (el ‘ya te lo dije’ o ‘ya lo sabía’) tras un fracaso?
Estamos en una sociedad que desprecia el fracaso, pero aún más el éxito (deberíamos festejar a los segundos, y felicitar a los que lo han intentado y fracasado). Creo que las cosas han cambiado mucho en los últimos años, sobre todo con la crisis.
- Se reconoce el mérito del emprendedor o seguimos pensando ‘qué suerte ha tenido’.
No lo sé, y no deberíamos preocuparnos tanto. Últimamente observo una especie de «burbuja de emprendedores», como si fuesen (o fuésemos) la solución a todos los males. Además, ya parecemos un colectivo llorica, pidiendo más comprensión y ayudas del gobierno. Más que emprendedores, parecemos sindicalistas.
- ¿Para triunfar hay que irse de España? ¿se puede triunfar sin tener que ir a Silicon Valley?
Es más difícil fuera de Silicon Valley, y mucho más en España. Pero eso no justifica el argumento de que «hay que irse para triunfar». Es la postura fácil, y algo contradictoria con la de «superar dificultades» que se supone en un emprendedor. Felicito a los que se van para intentarlo, y aún más a los que se quedan para hacerlo desde aquí, sin abandonar a los amigos o familia (por experiencia sé que es una experiencia dolorosa, sobre todo para los que se quedan). Creo que debe regir el principio «la riqueza está en el viaje, no en Ítaca».
- ¿Emprender es perder?
Perder es tener una vida sosa, no haber hecho nunca nada por los demás, no decir nunca lo que piensas ni hacer lo que te apasiona. O estar más preocupado de lo que hacen los demás y de «no moverte para la foto» que de hacer algo con pasión.
- Qué rasgo de su personalidad cree que ha sido fundamental para lograr el éxito
No sé si lo mío es «éxito», hay muchísimas personas que tienen más éxito que yo (si se mide por dinero, influencia, importancia y/o relevancia de su trabajo). Pero diría que es la obsesión, y la suerte de que en lo que soy experto (el software), además de ser «barato», es fundamental en cualquier aspecto de la vida y negocios modernos.
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¿Quieres conocer el perfil humano de Ricardo Galli? Puedes descubrirlo en «El perfil humano y profesional de los emprendedores digitales«.
Psicólogo. Coach Ejecutivo. Fundador y CEO de SoyDigital Network, empresa especializada Digital Business Solutions. Profesor MBA en la Universidad Europea de Canarias. Online desde 1996.
Todo lo que hago es porque creo sinceramente que puede aportar valor a la vida o los negocios de otros.
