Felicidad, ¡qué bonito nombre tienes!

por | Sep 19, 2018 | Desarrollo personal, Psicología

Siempre me ha interesado la felicidad. Quizá porque mi madre nos educó en ella. Siempre decía: “me da igual lo que seáis hijas, lo verdaderamente importante es que seáis felices”. Y así ha conseguido que tanto mi hermana como yo cumplamos esos principales requisitos que requiere la felicidad: dar sentido a tu vida, encontrar un para qué a todo lo que nos ocurre y amar lo que tienes.

La Felicidad

También es importante convertir nuestros momentos en logros, las buenas relaciones personales… porque compartir todo es muy terapéutico y hacer el bien para nosotros mismos y para los demás es esencial. Supone también emplear los pensamientos positivos y nuestras capacidades para ello generando esos cambios necesario que consiguen transformarnos y que forman parte del necesario crecimiento personal. El optimista tiene más oportunidades de éxito porque lo intenta más, no se rinde, toma un fracaso como un aprendizaje y por lo tanto tiene más posibilidades que quien no es optimista. Además quien se siente feliz suele tener más salud, más energía son más sociables, caen mejor, mantienen mejor la relaciones sociales, son más líderes, dicen incluso que viven más y son mejores negociadores. Aunque personalmente creo que son todas estas aptitudes y actitudes las que consiguen que seamos más felices.
El atractivo físico no suele influir en la felicidad sin embargo quienes se sienten felices se ven más atractivos. También la espiritualidad es un punto a tener en cuenta porque genera emociones positivas. Es importante también tomar conciencia de quiénes somos y lo que queremos para poder tomar el control. Existen estrategias que son fundamentales y que suelen caracterizar a las personas más felices: el agradecimiento, el perdón y valorar nuestra propia vida.

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[Tweet «Las personas felices son agradecidas, perdonan y valoran su propia vida»]

la felicidad

Toma control

Párate, reflexiona y hace una valoración de tu vida. Siempre es momento para reconstruir algo. Entrégate a la acciones que te aporten buenos momentos y generen tanto emociones como pensamientos positivos. Siempre digo que para atrás, ni para coger impulso, y si miramos al pasado solo hay dos formas válidas de hacerlo: con gratitud y perdón. Así como hemos de maravillarnos y entusiasmarnos con el futuro, especialmente si mantenemos una actitud optimista vital.
Tanto el control emocional, como la actitud positiva y la paz interior son ingredientes imprescindibles dentro de cada ser humano, y se aprenden a lo largo de vida como cualquier cualidad y valor humano que hemos de interiorizar quienes venimos a compartir el planeta. La educación implica también enseñar a los niños a tolerar la frustración, luchar por lo que quieren, manejar emociones como el miedo y la ira, ¡y ser felices! Son los principios que garantizan una sana convivencia y una vida plena.
Así es como trato de educar a mis hijos, inculcándoles serenidad, templanza, asertividad, empatía, capacidad resolutiva, autoexigencia, constancia, voluntad… precisamente porque las ventajas de la inteligencia emocional son incontables, por ejemplo: ¡sentirte mejor! Eso es lo principal: saber manejar las situaciones sin tener que llegar a límites que muchas veces resultan dolorosos, crear un buen ambiente con asertividad, conseguir cohesionar por ejemplo a un grupo de trabajo, aligerar tensiones, mejorar tu calidad de vida, fomentar un mejor estado de ánimo propio y de los que nos rodean, moderar y combatir el estrés… con todo esto nuestra salud también mejora.
A mí, el control de las emociones me ha ayudado muchísimo principalmente a aceptar todo lo que me ha ido ocurriendo en la vida, a ser dueña de mí misma, a afrontar diferentes etapas con el mejor estado de ánimo, y con la mayor aceptación, ¡que no es sinónimo resignación!

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La Discapacidad y la felicidad

Además tanto la felicidad como la inteligencia emocional facilitan el rendimiento en nuestro puesto laboral porque facilita el trabajo en equipo y el rendimiento de todos los trabajadores en general. Un buen ambiente de trabajo genera mayor creatividad, ayuda a solucionar los problemas con más flexibilidad. Pero es que también potencia nuestra vida personal, familiar y social. Nos ayuda a tener una actitud más relajada ante cualquier situación y a tener una conducta serena, a controlar el estrés y la ansiedad, a disfrutar de todo lo que tenemos a nuestro alcance y a luchar por lo que podemos conseguir.
Creer en uno mismo es la base de poder crear lo que uno desea. Tener la seguridad de que somos los dueños de nuestras emociones y por lo tanto de nuestro destino es un gran regalo: no elegimos lo que nos pasa pero sí cómo lo afrontamos. Lo más positivo es hacerlo con perseverancia, esfuerzo, resiliencia, energía positiva y mucho amor propio, así conseguiremos dar lo mejor de nosotros mismos en todos los ámbitos.

[Tweet «Creer en uno mismo es la base de poder crear lo que uno desea. Irene Villa»]

La única discapacidad es la actitud negativa”. Con este lema nació en 2014 la Fundación Irene Villa. Fue mi marido quien me animó a crearla. La verdad es que teníamos muchos motivos para ponerla en marcha. El primero es que no entiendo otra forma de vida que vivir volcado en los demás, es lo mínimo que puedo hacer después de todo el cariño que siempre he recibido, precisamente volví a nacer gracias al amor y la solidaridad de miles de personas. Inculcar fortalezas humanas desde niños, es el mejor regalo que podemos hacer, así como fomentar el entusiasmo y las ganas de vivir. Ese es otro de los grandes objetivos: transmitir mensajes positivos al mundo de entendimiento, amor, alegría, paz, solidaridad… y, por supuesto ¡felicidad!

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Irene Villa

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