Es considerable el gran número de proyectos que pierden credibilidad y respaldo hasta fracasar por no tener un objetivo claro y definido desde el principio. De hecho, muchas empresas llegan incluso a responsabilizar de este fracaso a las políticas corporativas, a la pobre planificación y al desarrollo débil, pero lo cierto es que el error se basa en muchos otros factores.
Es por ello que algunos expertos sugieren a las empresas centrarse en varias dimensiones que giran en torno a la razón de ser del proyecto en sí para así aumentar sus posibilidades de éxito.
Las claves para lanzar un nuevo proyecto
Karen A. Brown, Nancy Lea Hyer and Richard Ettenson expertos en gestión de proyectos y profesoras/or en la Thunderbird School of Global Management in Glendale, Arizona y Owen Graduate School of Management at Vanderbilt University in Nashville, Tennessee, respectivamente nos dan estas recomendaciones:
- dotar al proyecto de un porqué, una marca sólida que
- genere un mayor compromiso y respaldo por parte de los miembros del equipo y los mismos accionistas,
- combinar esfuerzos,
- alcanzar un alto nivel de satisfacción de los clientes,
- promover la productividad,
- forjar una buena reputación para el proyecto.
Para conseguir un objetivo común, proponen a los equipos explorar todas sus motivaciones del proyecto en conjunto y discutir objetivos y soluciones innovadoras que aborden los verdaderos problemas. Con esto en mente, la clave para descubrir el propósito de un proyecto está en hacerse estas simples preguntas:
1. Identidad: ¿Cuál es el problema?
Aunque parezca obvio, la explicación del problema es el punto más difícil de desarrollar para los miembros de un equipo. Una táctica para hacer esto más sencillo radica en
- preguntarse en repetidas ocasiones la importancia del asunto (proyecto, problema, situación, etc.),
- centrarse en las necesidades de los consumidores,
- estar abiertos a las perspectivas de otros compañeros.
2. Ubicación: ¿Dónde está el problema?
Los problemas se atacan más fácilmente cuando se especifican los elementos (país, ciudad, segmento del mercado, categoría del producto, maquinaria, paso de manufactura) donde se ubican.
3. Tiempo: ¿Cuándo ocurre o cuándo empezó el problema?
Este punto consiste en determinar en qué momento ocurre el problema y cuánto tiempo persistirá una situación particular de no tomar ninguna acción para solventar el asunto.
4. Magnitud: ¿Cuán grande es el problema?
Resulta crítico evaluar la dimensión del problema en términos medibles para establecer la urgencia del proyecto y los requisitos para conseguir una respuesta apropiada a tiempo.
Brown and Hyer son coautoras del libro «Managing Projects: A Team-Based Approach» (McGraw-Hill, 2010).
Psicólogo. Coach Ejecutivo. Fundador y CEO de SoyDigital Network, empresa especializada Digital Business Solutions. Profesor MBA en la Universidad Europea de Canarias. Online desde 1996.
Todo lo que hago es porque creo sinceramente que puede aportar valor a la vida o los negocios de otros.