Los 7 pecados capitales del CEO o gerente

por | Oct 23, 2013 | Destacados, Emprender, Liderazgo y Management, Negocios

El CEO o director ejecutivo de la empresa es la figura más importante y pública en una organización. Es el máximo responsable, tanto del éxito como del fracaso de la empresa y, por tanto el encargado de la gestión diaria para que todos los procesos y flujos de trabajo sigan el cauce más adecuado.

Esto implica tomar continuamente decisiones y apostar por determinadas estrategias para afrontar el futuro de la empresa. Hay 5 claves para ser un verdadero CEO.

Erika Andersen nos propone en su artículo en Forbes estos 7 pecados capitales del management. Además ha escrito un reciente libro titulado Leading So People Will Follow, para aprender a convertirse en un líder a quien seguir.

Los 7 pecados capitales del CEO

Estos son los pecados mortales del CEO, de la gerencia o management que nos propone Erika; las acciones más destructivas y menos justificables que un gerente puede tomar:

1. Contratar gente débil

Los gerentes que contratan personas débiles y con pocas habilidades lo hacen o bien porque no les importa o porque son tan inseguros que tienen miedo de contar con alguien que sea (o se convierta) mejor que él. Esto luego se vuelve viral en la organización: los débiles contratan a gente más débil y así sucesivamente hasta que la organización se paraliza.

2. Cubrirse a sí mismo

Se trata de los gerentes que responden ante cualquier evento con “no es mi culpa”, y son capaces de acusar a cualquiera con tal de evitar cualquier consecuencia. Utilizan toda su energía en protegerse a toda costa, dejándoles pocas fuerzas para hacer algo positivo. Al igual que con el pecado anterior, esto se reproduce hacia abajo; el jefe se enfoca en quedar bien y culpará a sus subordinados, que a su vez harán lo mismo. Nadie termina aceptando la responsabilidad por los errores, que en consecuencia nunca son corregidos.

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3. Robar el disfrute

Algunos gerentes no dejan brillar a los demás. Creen que el éxito es un juego de suma cero: la victoria del otro es su derrota. Otras versiones del mismo pecado: robar el crédito por el buen trabajo, quitarle el trabajo a alguien apasionado por el mismo y dárselo a alguien a quien no le importa, responder al entusiasmo con cinismo.

4. Ser malintencionado

La esencia de la maldad es esta: un jefe es malvado porque puede serlo.

5. Ser codicioso

Algunos jefes piensan que aquel que muera con más juguetes, gana. En el mundo gerencial, los juguetes más deseados son recursos, poder y lealtad. Los gerentes codiciosos quieren que todos le reporten, le adulen y que siempre estén de acuerdo con ellos. Se crea un ambiente en el cual la gente se pelea por complacer al jefe, quien se vuelve una especie de agujero negro de “yo quiero”. Toda la organización puede desaparecer en la codicia de un gerente.

6. No escuchar

Además de ser una falta de respeto y desmoralizante, no escuchar asegura que el jefe no sepa nada de lo que está ocurriendo, haciéndole depender de premisas y experiencias pasadas para manejar la empresa – algo muy peligroso e inefectivo.

7. Reinar mediante el terror

El miedo es una mala emoción en la gerencia. Funciona (de allí que se siga utilizando) pero lo hace como una dieta relámpago: puede rebajar 3 kilos tomando café y comiendo cáscara de plátano, pero no es sostenible y eventualmente puede morir. Un gerente que opere mediante amenazas implícitas o explícitas, obtendrá lo que quiere – pero la mejor gente se irá tan pronto pueda, y la innovación se paralizará muy pronto. Si un empleado tiene que preocuparse por ser despedido, humillado o culpado, su cerebro y hormonas se colocan en modo “supervivencia”.

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