Cuando nací en 1965 el mundo (occidental) se dabatía en plena Guerra Fría. En España vivíamos en una dictadura aunque yo ni me enteraba. Mientras, en la costa oeste de EE.UU. la revolución digital empezaba a cocerse a la sombra de la Universidad de Stanford, en California y también en otros estados americanos. Algo estaba a punto de nacer que ha supuesto la mayor revolución mundial, más incluso que la revolución industrial del XIX.

Y llegó la revolución digital

Yo crecía al margen de todo ese bullicio, tranquilo en mi pueblo y poco después cursando BUP en Logroño. Eran aquellos años de la crisis del petróleo del 76. Sin embargo, en Palo Alto estaba sucediendo algo ‘grande‘. Por aquella época se daban bofetadas Steve Jobs y Bill Gates por ganar al gigante azul (IBM).

En 1971 se empezó a comercializar el primer computador personal de la historia, el Kenbak-1. Este aparato fue todo un desconocido para gran parte del público, hasta que el Boston Computer Museum en 1986 se propuso documentar la historia de la computación y convocó un concurso nacional en que tras examinar a 316 candidatos, el Kenbak-1 se hizo con el título del primer computador personal de la historia, algo que ha sido aceptado por, prácticamente, toda la comunidad.

En abril de 1976 Jobs y Wozniak fundaron juntos la compañía Apple Computers para poder comercializar la Apple I. El primer equipo no tuvo demasiado éxito, por lo que tuvieron que esperar hasta 1977 para el primer gran éxito de la compañía, la Apple II. Y el primer Macintosh vió la luz el 22 de enero de 1984 cuando yo estaba en segundo de carrera de Psicología en la Univ. de Salamanca.

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Poco antes, en 1980 Bill Gates había logrado vender a IBM su sistema operativo DOS. Y hubo que esperar a 1985 para ver la primera  versión de su sistema operativo Microsoft Windows.

Yo #SoyDigital

Universidad de Salamanca

 

Cuando en 1988 me licencié en Psicología, el ordenador comenzó a entrar en la universidad española. Primero en los despachos de los profesores para usos vinculados a la investigación y luego poco a poco se fue generalizando como algo complementario a la máquina de escribir. Era la época de los discos de 5 1/4. Hasta 1990 no pude disponer de mi propio ordenador.

Aprendí a manejarme con el MS DOS, con Word Perfect,…. y en cuestión de meses me convertí en usuario de MS Windows. Desde entonces a hoy he ido sufriendo/disfrutando todos los avances tecnológicos que los chicos de Microsoft, Apple, IBM, HP, Xerox, Sony, Cisco, Motorola, Nokia,… nos ha ido ofreciendo.

Hoy no concibo mi mundo sin este entorno digital. Pienso, trabajo, me muevo, hablo,… en formato binario. No me considero un esclavo de la tecnología pero sí soy un defensor claro del uso de las nuevas tecnologías.

Mi cuerpo sigue siendo un puñado de átomos pero el funcionamiento de mi cerebro sigue los principios del mundo digital. He logrado asimilar de forma progresiva todos los avances y novedades que nos llegan de este campo y no me ha resultado difícil recorrer el tránsito desde mi infancia correteando por las calles como único juego hasta las pantallas que pueblan mi vida diaria actualmente. Combinar ambos mundos tampoco es especialmente difícil.

Ahora #soydigital y antes no lo era pero lo fundamental permanece pues viene marcada por la educación recibida, el entorno familiar, las lecturas y las inquietudes de cada uno. Yo #soydigital pero también me gusta la vida off. Me gusta desconectar de esta red que me alimenta y vivir sin el móvil en el bolsillo, sin reloj, sin ipad,… para gozar del resto de cosas buenas que tenemos a nuestro alcance. Hay que ser digitales pero sin olvidar la realidad que nos envuelve.

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Cuando me topé con un ordenador en 1985 uno podía dejarlo al margen y seguir adelante. Hoy, no es posible tal decisión. El ser digital abarca todo el modo de vida. Los chicos usan móvil, se comunican con whatsapp, envían email, escriben en Word, hacen powerpoint, crean imágenes en photoshop,…. Todo tiene una versión virtual/digital. En nuestro mundo ya no es posible elegir entre la pastilla roja y la azul (ver video de Matrix).

En 1992 leí el libro de N. Negroponte «El mundo digital» y entonces acabé por comprender que el mundo en el que yo había vivido se estaba acabando.  Había que salir de la abadía de Umberto Eco (El nombre de la rosa) y entrar en la Aldea Global de Marshall McLuhan.

En 2012 lo digital pasa por ser y estar en las Redes Sociales. Si tú también eres digital, escríbeme o conecta conmigo en twitter poniendo el hastag #SoyDigital. ¡¡¡Ay si Fray Luis de León levantara la cabeza!!!

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