Empecé a trabajar a tiempo parcial con 17 años, llevando la contabilidad de una empresa. A los 18 me fui un verano a Venezuela y me traje mi primer proyecto de empresa en asociación con un familiar, un desarrollo turístico en las bocas del Orinoco. Pero fue mucho más tarde, con casi 30 años, cuando creé mi primera empresa de verdad.
Cuando empecé a trabajar estaba en segundo de carrera de ICADE E-2.
Me pagaban 10.000 pesetas al mes por mi trabajo de contable. Con ese dinero tenía que tirar al principio. Luego he financiado el resto de mis proyectos empresariales siempre con fondos propios procedentes de mi trabajo profesional, ya que hasta hace dos años he simultaneado mi faceta emprendedora con posiciones de dirección en marketing en Procter & Gamble y Canal+.
El mismo siempre: poder ser el amo de mi destino, el capitán de mi alma.
La idea es lo básico y la condición sine qua non, pero lo importante es la ejecución. Obviamente, la clave es una excelente ejecución de una gran idea. Ser el primero es una buena ventaja, pero es más competitivo ser el que proporciona una mejor experiencia de usuario de manera continuada en el tiempo.
Los que hemos emprendido varias veces sabemos que el fracaso es una forma indefectible de aprendizaje, pero para la mayoría de los españoles, el miedo al fracaso es una barrera a la iniciativa emprendedora. Esto es muy triste porque solo somos dueños del tiempo que se nos ha concedido, y si en esta vida no cumplimos nuestros sueños, no existe una segunda oportunidad.
Cuando se conocen los detalles de cada empresa exitosa, suele ser imposible achacarlo a la suerte. Detrás de cada gran empresa hay un gran equipo y mucho talento y esfuerzo en el 99 % de las ocasiones.
Se puede triunfar sin irse de España, pero hay que quitarse la boina y olvidarnos de localismos. Si se entiende que los mercados, los competidores, la tecnología y los recursos son globales, y se accede a este ecosistema de manera eficiente con una perspectiva mundial, se puede triunfar desde España.
Sí. Es perder sueño, parcelas de tu vida personal, cierta seguridad muchas veces ficticia y, sobre todo, la cómoda ausencia de responsabilidad sobre el futuro laboral de terceras personas de la que goza el asalariado. Pero también es ganar una partida de ajedrez contra uno mismo, y eso genera mucha satisfacción intelectual y permite aliviar parte de la soledad cósmica que padecemos los seres humanos.
El éxito es algo profundamente subjetivo y temporal, por lo que me es difícil saber si lo he logrado. Pienso que lo que me caracteriza es un positivismo informado y la capacidad de movilizar voluntades hacia un objetivo común. A nivel interno, me ayuda además enormemente pensar que mi faceta emprendedora responde a un fin más profundo y genera directa o indirectamente un impacto positivo en el entorno.
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Psicólogo. Coach Ejecutivo. Fundador y CEO de SoyDigital Network, empresa especializada Digital Business Solutions. Profesor MBA en la Universidad Europea de Canarias. Online desde 1996.
Todo lo que hago es porque creo sinceramente que puede aportar valor a la vida o los negocios de otros.
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