Para muchas personas ser el CEO de una empresa es sinónimo de gran poder, alto nivel adquisitivo, influencia, etc. Tal vez por ello, suelen provocar respuestas de admiración y respeto pero a veces también de envidia y resentimiento. Ser el director ejecutivo de una startup no es lo mismo que serlo de una gran empresa consolidada.
En el primer caso, el CEO es el hombre/mujer orquesta que tiene que lidiar con todos los fuegos y tirar del carro; suele coincidir con el emprendedor líder que tuvo la idea. En una empresa grande, el director ejecutivo tiene unas funciones más definidas y tienen que ver con el desarrollo operativo y estratégico de la compañía; tiene por debajo a un gran equipo de directores de área que le ayudan de forma permanente en la toma de decisiones.
Sin embargo en ninguno de los dos casos es fácil ser CEO. Desde fuera sólo vemos la parte glamourosa del cargo: los viajes en business, los pases vip para los torneos de tenis, el palco en los partidos de fútbol,… pero ellos deben afrontar una vida para la que muchos seguramente no estamos preparados.
Quiero decir que hay asumir las miserias que el puesto de CEO lleva implícitas. Como dice el aforismo «todo tiene inquina, pues hasta la rosa de amor tiene espina«.
Imagen by Zsolt Mar ©
Según Steve Tobak, un consultor senior en empresas tecnológicas de Silicon Valley estas son las 5 claves:
Ya es un lugar común decir que sólo debemos trabajar en aquello que nos apasione. Pues, bien. Aquello que apasiona a los emprendedores y CEOs es… el trabajo. Siempre están comprometidos con su trabajo. Hacen toda clase de sacrificios. Siempre están ocupados trabajando.
Casi siempre nos mantenemos cerca de nuestra zona de comodidad. Pero este no es el caso de los emprendedores y CEOs. Estos tiene que enfrentar la adversidad constantemente.
Es sorprendente la cantidad de altos ejecutivos que empezaron desde cero. Les costó décadas llegar a la cima… pero nunca perdieron de vista su objetivo.
La mayoría de las personas dan por sentado que todos los días llegarán a su casa. Pero no los CEOs. Ellos saben lo que se están perdiendo.
Todos los CEOs están abiertos a nuevos conocimientos. Leen, escuchan y hacen. Esto es lo que les permite ser tan buenos a la hora de resolver problemas.
Psicólogo. Coach Ejecutivo. Fundador y CEO de SoyDigital Network, empresa especializada Digital Business Solutions. Profesor MBA en la Universidad Europea de Canarias. Online desde 1996.
Todo lo que hago es porque creo sinceramente que puede aportar valor a la vida o los negocios de otros.
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