No es lo mismo conseguir el éxito que lograr cosas

Muy a menudo lo confundimos pero no es lo mismo conseguir el éxito que lograr cosas. Lograr cosas es lo que consigues o dónde llegas, como un objetivo. Es algo tangible, claramente definido y medible. El éxito, por el contrario, es un sentimiento o una manera de ser.

Conseguir el éxito

Como propone Simon Sinek en su libro «La clave es el porqué«, podemos trazar fácilmente un camino para conseguir un objetivo, pero trazar un camino para conseguir esa sensación intangible de éxito es más complicado. El logro llega cuando persigues y consigues lo QUE quieres. El éxito, sin embargo llega cuando tienes clara la persecución del PORQUÉ lo quieres. El primero está motivado por factores tangibles (un yate, un apartamento en New York) mientras que el segundo lo está por algo que se encuentra más profundo en el cerebro, donde no tenemos la capacidad de traducir estos sentimientos en palabras. 10 claves para conseguir el éxito en tu startup

[Tweet «El éxito es un sentimiento o una manera de ser. No es un logro.»]

El éxito llega cuando cada mañana al levantarnos tenemos claro porqué lo hacemos y porqué hacemos lo que hacemos. Nuestros logros, lo QUE hacemos, sirven de hito para indicar que estamos en el camino adecuado. No se trata de uno u otro: los necesitamos a ambos.

Algunas personas que persiguen el éxito simplemente confunden lo QUE consiguen con el destino final. Es la razón por la que nunca se sienten satisfechos, por muy grande que sea su yate o el reloj que se compren. La falsa suposición que hacemos a menudo es que si conseguimos más, el sentimiento de éxito acabará llegando. Pero raramente ocurre.

Las personas, los líderes que tienen la habilidad de no perder nunca de vista el PORQUÉ, independientemente de lo mucho o poco que consigan, son los que son realmente exitosos y nos pueden inspirar a los demás.

[Tweet «Los líderes que inspiran nunca pierden de vista el PORQUÉ de las cosas»]

La mayoría de nosotros, desgraciadamente, llegamos a un punto donde lo QUE hacemos y POR QUÉ lo hacemos se desequilibran, no están alineados. Podemos decir que hemos alcanzado metas (un coche, una casa, un barco) y sin embargo no sentimos el éxito.

[Tweet «¿Tienes éxito o sientes que tienes éxito? No es lo mismo.»]