Con la fiebre emprendedora que nos ha subido de pronto en España, también ha crecido un amplio abanico de cursos y máster para el emprendedor.
Las escuelas de negocios y en general las universidades han visto una oportunidad y están proliferando por todos los puntos de la piel de toro programas de formación especialmente dirigidos al emprendedor.
En este entorno pro-formativo se sitúa el libro de Kike Sarasola titulado «Más ideas y menos máster» (Ed. Temas de Hoy) aunque en un polo opuesto ya que el fundador de la cadena de hoteles Room Mate aporta los consejos prácticos extraídos de su propia experiencia.
© imagen Gustavo Aguilar – Carlos León – Santiago García
Por otra parte, la escasez de oportunidades laborales para los graduados hace que las universidades estén redoblando sus esfuerzos en pro del emprendimiento, poniendo en marcha en los últimos años clubes de emprendedores, redes de business angels, o programas de formación y asesoramiento, entre otras iniciativas.
En las entrevistas que realicé a casi 100 emprendedores de éxito para mi libro «El perfil humano y profesional de los emprendedores digitales» encontré una amplia variedad de respuestas a la pregunta
¿Qué titulación o formación tenía cuando comenzó como emprendedor?
La mayoría disponía de formación universitaria con al menos una licenciatura y muchos tenían algún tipo de máster o MBA específico. En general todos tienen una formación de calidad que les ha aportado conocimientos específicos sobre los negocios y el marketing.
La realización de estudios postgrado, en España o fuera, les aporta una mayor especialización y sobre todo contacto con un ecosistema relacionado con las empresas, los negocios, los business angels,…
Pero ¿existe una formación específica que capacite a una persona para ser emprendedor? o ¿un emprendedor necesita realizar algún curso concreto para poder desarrollar su faceta emprendedora?
Probablemente la respuesta sea NO en ambos casos pero:
Los conocimientos o titulación no garantizan que una persona pueda emprender mejor que otra pero sí reducen las probabilidades de fracaso al ofrecer al emprendedor una serie de herramientas y contactos útiles para usar como guías. A veces no es tan importante saber algo sino saber dónde se puede recurrir para aprenderlo.
Sin embargo algo que considero fundamental y que cumplían todos los emprendedores entrevistados en mi libro es DOMINAR el idioma inglés. Se puede tener o no un MBA, pero es casi imprescindible hablar perfectamente bien inglés.
Hoy una emprendedor que aspire a crear una empresa de éxito tiene que pensar en global y tener claro que la mayor parte de su negocio puede venir del exterior. Además puede tener que recurrir a buscar financiación en grupos de capital riesgo extranjeros.
Por ello, saber inglés es un punto claramente a favor que si se complementa con una formación cualificada permitirá al emprendedor tener los requisitos necesarios (¿suficientes?) para intentar un negocio.
Para los que estén buscando información sobre Universidades que forjan emprendedores pueden consultar el reportaje de Emprendedores&Empleo publicado en expansion.com
Psicólogo. Coach Ejecutivo. Fundador y CEO de SoyDigital Network, empresa especializada Digital Business Solutions. Profesor MBA en la Universidad Europea de Canarias. Online desde 1996.
Todo lo que hago es porque creo sinceramente que puede aportar valor a la vida o los negocios de otros.
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Interesante reflexión, que al final y a mi modo de ver no viene a decir sino que el saber no ocupa lugar, tanto para emprender como para cualquier otra cosa. Eso sí, me quedo con lo del inglés y algo que se intuye y que creo que adolece nuestro modelo formativo y más aún, nuestra filosofía de vida, como es la adquisición de ciertas aptitudes necesarias para emprender en lo económico y en nuestra experiencia vital: la creatividad, la innovación, las ganas de aprender, desterrar el temor al fracaso... Si tuviéramos interiorizadas la mitad de estas habilidades, pienso que llevaríamos mucho camino andado.
Enhorabuena por el blog.
Muy interesante, me quedo con la necesidad de aprender inglés.
A mi juicio, de lo que se trata al final es de algo tan simple como aquello de que "el saber no ocupa lugar". Aunque es cierto que en la piel de toro habría que incidir en el desarrollo de capacidades, habilidades y aptitudes que no sé si se pueden aprender en un master, cuando ya estamos todos un poco duros de mollera, y no sería más bien algo en lo que profundizar desde pequeños. Me refiero a temas tan importantes como la creatividad, la innovación, desterrar el temor al fracaso, enfocar el desarrollo vital como algo cambiante, sin que parezca que el único horizonte de éxito sea el "ser funcionario"... No sé, pienso que son cuestiones que de tenerlas un poco interiorizadas, nos ayudarían a avanzar más y mejor.
Enhorabuena por tu blog.
Efectivamente Sonia. Estoy en contra de la fiebre de "titulitis" pero a favor de la formación. No son opciones contradictorias y desde luego siempre hay que saber inglés. Gracias por tu comentario ;-)