Cómo gestionar la presencia personal y profesional en las redes sociales

Es muy probable que tengas presencia en las redes sociales, tanto a nivel personal como profesional (es decir que tienes que gestionar tu propia cuenta y la de tu marca). En ese caso parece que lo recomendable es que mezcles ambas.

Después de todo, esa es la esencia de los medios sociales: que la gente trate con gente, y no con una entidad sin cara. Tus clientes online deben tener la misma oportunidad de conocerte como los clientes en la vida real.

Cómo gestionar ambas cuentas en las redes sociales

Sin embargo, se trata de un asunto delicado, que debes manejar con mucho cuidado. Para balancear los dos lados de tu identidad online, Ann Handley propone:

1.- Establecer quién eres como emprendedor.

Deja saber tus puntos de vista como profesional de los negocios. Piensa en una historia que vaya más allá de tu negocio, una perspectiva más amplia que represente quién eres. Esa perspectiva te permitirá discernir qué compartirás como persona.

Por ejemplo, si tú eres el dueño de una empresa que produce dulces, tu historia personal puede ser tu pasión por la utilización de ingredientes locales. Tiene que ser una historia auténtica.

2.- Compartir el por qué, no solo el qué.

No uses las redes sociales para compartir banalidades o ruido. Ofrece más contenido y dale un tono personal.

3.- No seas un vendedor todo el tiempo.

Recuerda que estás construyendo relaciones, no manejando un canal de ventas directas. Lidera con tu experiencia y personalidad. Comparte o resuelve, no vendas.

4.- Personalizado sí, pero no personal.

Las redes sociales representan una oportunidad para mostrar más sobre las personas que están detrás de una marca, pero no muestres demasiado. Demuestra que eres un humano con punto de vista y personalidad. Pero no compartas detalles íntimos o específicos.

5.- Tener cuidado con la automatización.

Herramientas como IFTTT o SocialOomph pueden automatizar tareas ahorrándote tiempo valioso para tu negocio. Pero úsalas con cuidado, para facilitar tu trabajo, no para sustituirlo. Puede dañar tu credibilidad y atentar contra la esencia de los medios sociales.