La pandemia nos está forzando a abrir los ojos a un mundo tecnológico que ya existía. Los directores generales y altos ejecutivos ven con sorpresa que mientras muchos negocios se han paralizado, parado y hasta suspendido, otros han seguido a pleno rendimiento gracias a plataformas digitales. La marca personal de un alto ejecutivo es un elemento fundamental.
Con todo lo que está pasando ya nadie cierra los ojos a la importancia que tiene el mundo digital en todos y cada uno de los negocios y casi todas las compañías están apostando por tecnología o por cambiar la cultura de sus organizaciones a lo que se llama una cultura digital, de estructuras planas, centradas en el cliente, en el dato, en aportar valor, en el reconocimiento, la compartición de información interna, etc.
En este escenario todavía muchos altos ejecutivos no se dan cuenta de la responsabilidad que tienen sobre las compañías que dirigen. Es decir, si pretenden liderar un cambio tecnológico y de futuro en sus organizaciones es imprescindible que abanderen el cambio desde dentro. Ellos son la primera representación de la compañía. Cómo impulsar decisiones sin decir una palabra
En digital no queremos hablar con marcas, queremos hablar con personas, y los altos ejecutivos, por responsabilidad, son la cara que las representa: “Dime qué empleados tienes y te diré qué compañía has construido”.
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Una vez tomamos conciencia de la importancia de entender este cambio en primera persona, empiezan a surgir las preguntas: ¿Qué tengo que hacer, con qué frecuencia, qué objetivo persigo? pero sobre todo, ¿Cómo lo hago?
A continuación os presentamos 3 puntos cronológicos para poder implementar la marca profesional de un ejecutivo (executive positioning):
Debemos partir de una exploración de lo que, en digital, ya se dice de nosotros. Debemos pasar por la famosa búsqueda de google con nuestro nombre y apellidos y entender si las respuestas que nos devuelven hablan de nosotros, de otros, si son positivas, negativas y/o neutras.
Es importante partir de una reflexión inicial en el que nos “autoanalicemos” y extraigamos lo que nuestra persona, como producto, puede ofrecer a los demás. Hablamos de habilidades, de conocimientos, de cualidades, o de productos físicos que podamos ofrecer a los demás y que queramos posicionar en el mercado para nuestro Nombre + Apellidos S.L.
No se puede empezar a tener una presencia en digital si antes no sabemos qué pretendemos conseguir con ello. Entre nuestros objetivos los más frecuentes son:
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Una vez decidamos nuestro objetivo, es importante que analicemos cuán complicado puede ser conseguir ese posicionamiento. Posiblemente sea mucho más complicado posicionar un producto en el mercado que tenga una enorme competencia que un producto que se encuentre en un océano azul, o la propia “marca” de nuestro nombre + apellidos que tendrá una competencia limitada en la mayoría de los casos.
En función de esa complejidad y del nivel de posicionamiento que busquemos deberemos pensar en 3 tipos de estrategia:
Dentro de una estrategia de marca personal/profesional debemos tener en cuenta lo que en Nunkyworld llamamos los 3 círculos. Es una metodología que hemos desarrollado en base a nuestro conocimiento de implementación del posicionamiento de directivos y que realmente funciona. Las resumimos brevemente en:
Laura es una apasionada de la comunicación (visual, voz/texto) y de las personas. Casi 20 años avalan su experiencia laboral en marketing estratégico digital con especialización en branding. Actualmente ayuda desde Nunkyworld a posicionar a altos ejecutivos en el mundo digital, realiza diferentes formaciones en canales digitales y ayuda a implementar cambios culturales en las organizaciones.
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