6 hábitos de las personas extremadamente agradables

Ser agradable y bien valorado por los demás parece ser una virtud perseguida por muchas personas y alcanzada por pocos. Hay quien resulta grato de forma innata y otras personas necesitan cultivar ciertas habilidades para lograrlo. Da las gracias a tus clientes y… te lo agradecerán

Si te encuentras en el segundo grupo te puede interesar conocer estos 6 hábitos que practican las personas que son extremadamente agradables. Te serán de ayuda tanto en las relaciones personales como con los contactos profesionales cuando tienes que hacer una presentación de producto o realizar una visita preventa.

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Los 6 hábitos de las personas agradables

Jeff Haden nos cuenta en «6 Habits of Remarkably Likable People» cómo las personas extremadamente agradables lo logran:

1. Dejan a un lado la pose de poder

Es grandioso desplegar autoconfianza no verbal, pero si ojo sin exagerar porque pecaría de pedante. Al encontrarse con alguien, relájese, dé un paso adelante, incline ligeramente la cabeza hacia la persona, sonría y muestre que es quien está honrado por el encuentro, no el otro.

Todos queremos gustarle a la gente. Si yo demuestro que estoy feliz de conocerlo, empezaré enseguida a gustarle.

2. Adoptan el poder de tocar

La forma de tocar puede influenciar el comportamiento, puede aumentar las oportunidades de un acuerdo y hace a la persona que toca parecer más atractiva y amistosa. Vaya despacio, por supuesto: De una ligera palmadita a la otra persona en el hombre o parte superior del brazo.

Hágalo de forma casual y no amenazadora. Tocar derrumba las barreras naturales y hace disminuir la distancia real y percibida entre usted y la otra persona, un componente clave para que surja la empatía y la simpatía.

Las personas agradables no son pedantes, tocan, preguntan sutilmente, son genuinos y no piden nada Clic para tuitear

3. Dominan el arte de hacer las preguntas correctas

La gente extremadamente agradable es experta en hacerlo a usted hablar de sí mismo sin que se dé cuenta. Es fácil. Solo haga las preguntas correctas. Tan pronto sepa algo sobre alguien, pregúntele cómo lo hizo. O por qué lo hizo, qué le gusto al hacerlo, qué aprendió de ello, o qué debería hacer usted en una situación similar.

Hacer la pregunta correcta muestra implícitamente su respeto hacia la opinión de la otra persona y todos simpatizamos con quienes nos respetan.

4. Sacan rápidamente algo genuino

Demasiada gente en su primer encuentro se enzarza en una especie de competencia. No trate de ganar la competencia, procure perderla. Muéstrese impresionado, admita un error o debilidad. No tema mostrar un poco de vulnerabilidad. La gente puede quedar (momentáneamente) impresionada por lo artificial, pero realmente gusta lo genuino. Sea sincero y verdadero. Cómo crear una experiencia de cliente memorable

5. No piden nada

Deje a un lado su personalidad de empuje, de estar siempre orientado hacia un objetivo, siempre adelante. Si tiene que pedir algo, encuentre la forma de ayudar a la otra persona, y después pregúntele si puede. La gente extremadamente agradable se enfoca en lo que puede hacer por usted, no usted por ellos.

6. “Cierran” el encuentro genuinamente

Deje a un lado las frases hechas. Vuelva a estrechar su mano y use la que le queda libre para tocarle gentilmente el hombro o el antebrazo. Diga, “Estoy realmente feliz de haberlo conocido» o «realmente disfruté al conversar con usted«. Muestre una sonrisa sincera y apreciativa. Una gran primera impresión es importante, pero también lo es la última impresión.

Todo esto parece simple, pero no es fácil, especialmente si usted es tímido. La pose estándar de poder parece algo más seguro. Pero no hará que le simpatice a la gente. De modo que acepte que es difícil.

Acepte que ser un poco más diferente, un poco más genuino, un poco más elogioso y vulnerable significa exponerse. Acepte el riesgo inicial. No se preocupe, cuando haya ayudado a alguien a sentirse un poco mejor consigo mismo, simpatizará con usted. Y usted también se gustará un poco más a sí mismo.